La semana triunfal de Mascaró

Y llegó el jueves. Y Laporta no dimitió.

Muy a pesar de Lluis Mascaró, que ayer escribía (enlace):

"Si Laporta se dejara aconsejar por aquellos que no tienen más interés que su amor al Barça, esta tarde presentaría la dimisión. Si Laporta fuera fiel a su proyecto y no permitiera que le cegaran los aduladores irresponsables, esta tarde presentaría su dimisión. Si Laporta efectuara un sincero ejercicio de responsabilidad y coherencia, esta tarde presentaría su dimisión. Si Laporta pensara en la gobernabilidad del club y en el futuro de la entidad, esta tarde presentaría su dimisión. Si Laporta quisiera agradecer los servicios prestados a personas que le han ayudado tanto como Albert Vicens, Ferran Soriano o Marc Ingla, esta tarde presentaría la dimisión."

Y hoy mismo (enlace):

"El proyecto ilusionante que nació en el 2003 con el triunfo electoral de Laporta ha muerto sólo cinco años después. El certificado médico de defunción lo firmó Albert Vicens, un veterano ‘Elefant Blau’, al anunciar la dimisión de media junta directiva. Si en el verano del 2005 el proyecto perdía ya a uno de sus cuatro pilares, el vicepresidente deportivo Sandro Rosell, ayer se fueron los otros dos hombres clave de su estructura: Ferran Soriano, el cerebro económico, y Marc Ingla."

Es difícil superar tamaña serie de despropósitos tan seguidos en el tiempo como la que nos ha ofrecido Mascaró esta semana, pasando del blanco al negro en horas y dejando plena constancia de ello sin ningún tipo de miramiento.